“El PADRE (Cura), LA MADRE (Iglesia) Y EL NIÑO
“El PADRE (Cura), LA MADRE (Iglesia) Y EL NIÑO:
LA EXTRAÑEZA Y EL HORROR DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL EN EL HOGAR”
Si bien en el “Caso Karadima” están más que comprobado los delitos perversos de abuso sexual y psicopáticos de abuso de poder y en el “Caso Precht”, hasta ahora son solo acusaciones en vías de investigación, existen muchos puntos de ambos casos que convergen en la SEMEJANZA DEL DESCUBRIMIENTO DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL A NIVEL DE LA SOCIEDAD Y AL INTERIOR DE LA FAMILIA.
Lo que se está viviendo hace algunos años en Chile, en relación a los casos de abusos cometidos, para muchos Católicos, por nuestros “Padres Curas” dentro de “La Casa de Dios” y bajo el “amparo” de la “Madre Iglesia”, es un reflejo social y cultural de lo que se vive familiarmente cuando con horror, extrañeza y negación (¡“no puede ser”!) se descubre que ESA persona tan familiar y/o “de la casa” ¡es un pedófilo abusador, es decir, un pederasta!
El “NO QUERER VER” (negación) es típico de un mecanismo de defensa que está para EVITAR lo que se conoce en Psicoanálisis como “el dolor psíquico” o el “dolor mental”, ÉSTE DOLOR DUELE del mismo modo que un intenso dolor corporal. La neurociencia lo ha comprobado.
LOS PSICÓLOGOS tenemos que hacerle frente a este mecanismo, a través de distintas técnicas terapéuticas y además, fortalecer la estructura de personalidad (a través de intervenciones específicas y complejas) de la persona “X”, que tiene que enfrentar y afrontar esta horrenda realidad, como por ejemplo, un(a) hijo(a) abusado sexualmente por su “tío”, hermano, primo, nana, padrastro ¡o incluso el mismo padre (y hasta la madre)!, hechos que ocurre hasta “en las mejores familias” y en los “mejores” barrios, lo digo con conocimiento de causa.
El paso de la negación al VER ese otro lado HORRENDO de ESA persona es HORROROSO, es un verdadero shock y es por esto que se requiere tiempo y ayuda psicológica por un experto, para asimilar esta realidad y aceptarla con todos los sentimientos de reproches y de culpas HORROROSOS asociado a esta experiencia traumática.
Lo mismo ocurre cuando en psicoterapia con HORROR descubro que mi querido paciente en su niñez fue abusado(a) y/o violado(a) (¡no es lo mismo aunque se use como igual!) por ESA persona tan: familiar y/o cercana y/o protectora y/o buena y/o intachable.
A veces mi paciente tiene solo sensaciones corporales “extrañas” acompañadas de “ciertos” trastornos sexuales y/o vinculares (relaciones interpersonales), otras veces mi paciente sufre un trastornos de personalidad desde leve a severo y padece de imágenes que aparecen en su mente, como una película donde él (ella) se ve a sí mismo(a) en una escena infantil y “extraña”.
El “por qué psicológicamente ocurren estas cosas” o “el qué pasa en la mente de un pederasta” son preguntas y respuestas que dan para largo, y que a muchos no les puede interesar, ya que es una realidad de la que preferimos no saber, a los pocos que pese al horror prefieren saber, les comento una premisa que descubrí después de estudios clínicos que comenzaron hacen muchos años, cuando hice mi tesis (“La Perversión de la Maternidad”), ésta es: “DETRÁS DE TODO PERVERSO, EXISTE UNA MADRE PERVERSA”, así de simple, por muy horrendo y extraño que suene.
Marie Louise Duhalde
Psicóloga Clínica
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